miércoles, 16 de marzo de 2011

A dos meses del 1/4 de siglo

No quisiera caer en el trillado cliché de “al fin tengo tiempo para escribir” pero es un poco difícil cuando no hay nada que se acerque más a la realidad. Sí, lo sé, se supone que “no” estoy trabajando y por tanto, tiempo es precisamente lo que me debería sobrar, pero creanme que la falta de empleo tradicional te permite y te obliga a moverte un 500 % más de lo que usualmente podrías. Ojo, no me estoy quejando, no hay tiempo que haya disfrutado más que esta antesala a mis 25 años.

No sé si a ustedes le sonara a mucho pero estoy a punto de alcanzar el cuarto de siglo y a mi me parece importante por mas de una razón. La primera y una de las principales es que a los 19 años comencé una crisis existencial tan aguda que creí que no viviría para contarla, es más, mi estrellón con la realidad fue tan crudo y desagradable que la verdad es que vivir es precisamente lo que no se me antojaba.

Luego de un par de románticos y ridículos “intentos” de suicidio, un despertar sexual bastante espontáneo y una elección de escalafón social considerablemente inesperado, la depresión terminó de estallarme en la cara al rededor de los 22 años, cuando atravesé la etapa más aguda de la “bipolaridad” postrada en una cama y dopada las 24 horas del día con un coctel horrible de pastillas maléficas que solo servían para anular mi conciencia. Afortunadamente logré escupirlas lo suficiente como para tomar la decisión de que -¡bipolar las huevas!- y volver a usar la marihuana como único ansiolítico, antidepresivo y estabilizador de animo tres en uno...

Y así entre porros y juergas, más decepciones amorosas, un conato de violación que terminó en relación y un conato de relación que terminó en violación; el comienzo de una amistad a lo Thelma y Louis, un anunciado auto exilio, medio año viviendo en la calle, el redescubrimiento de Santiago, 4 trabajos y 12 mudanzas, aquí estoy...


De tanto revolcón entre la resaca de esa gran ola que me arrastraba me recuperé a mi misma y encontré a esa niña alegre, burlona, resabida, revejida, exageradamente extrovertida, de prolifera imaginación, algo autista y sin caparazón, vuelta mujer y totalmente dispuesta a que nadie la vea oscura otra vez.

Creyendo ves”, dice sobre mi ventana. Hace solo dos años yo misma me hubiera burlado de mi frase bandera. Un cumulo de circunstancias habían logrado casi asesinar lo que ser “Yo” significaba, y tradujeron mi existencia en un gran problema de actitud que no quiero cargar. Felizmente, y gracias al cielo literalmente, porque no dejo de mirarlo, las hadas y los duendes son parte de mi vida otra vez, y nunca más será el espejo mi peor enemigo... Es más, soy “Yo” a la persona que más cuido ahora y la distancia con “Ella” se hace cada vez más corta. Son mis sueños los que prevalecen hoy como prioridad en mi cabeza, y lucho por hacerme de la disciplina suficiente para poder lograrlos. Yo que donde fui siempre me hice de la camiseta, no me pondré nunca más con tanto fervor otra distinta de la mía. Tengo el firme propósito de no tener en la vida mas jefe que yo misma.


Sueños... es una linda palabra. Yo sueño con la inclusión social (ya ni tocar el tema racial) que desdibuje ese gesto de desconfianza con el que nos miramos unos a otros en el mundo, y sueño con ver a mi familia levantada del letargo en el que se han consumido. Sueño... sueño con él y su salida del infierno. No voy a mentir, también lo sueño a mi lado, pero no me importaría renunciar a eso si lo viera reconstruido aun lejos de mí. Siempre será mi pilar. Sueño con ver a mis amigos alcanzarse también y sueño con que algún día todo sera tan real como esta historia. Nunca supe cerrar la boca, eso me trajo y me trae problemas, pero llevo mi verdad en la punta de la lengua y sueño con alcanzar el modo de arrojarla un día por los dedos con tal arte que sea bella incluso cuando duela.




  (Yo amaba esta canción cuando tenía 7 años, 
no la entendía pero me emocionaba, hoy la siento mía. )


Ahí les regalo la letra ...


25 years and my life is still
Trying to get up that great big hill of hope
For a destination

I realized quickly when I knew I should
That the world was made up of this brotherhood of man
For whatever that means

And so I cry sometimes when I'm lying in bed
Just to get it all out, what's in my head
And I, I am feeling a little peculiar

And so I wake in the morning and I step outside
And I take deep breath and I get real high
And I scream from the top of my lungs
What's goin' on?

And I say hey, hey
I said hey, what's goin' on?
And I say hey, hey
I said hey, what's goin' on?

And I try, oh my God do I try
I try all the time
In this institution

And I pray, oh my God do I pray
I pray every single day
For a revolution

And so I cry sometimes when I'm lying in my bed
Just to get it all out, what's in my head
And I, I am feeling a little peculiar

And so I wake in the morning and I step outside
And I take a deep breath and I get real high
And I scream from the top of my lungs
What's goin' on?

And I say hey, hey
I said hey, what's goin' on?
And I say hey, hey
I said hey, what's goin' on?

And I say hey, hey
I said hey, what's goin' on?
And I say hey, hey
I said hey, what's goin' on?

25 years and my life is still
Trying to get up that great big hill of hope
For a destination