martes, 5 de marzo de 2013

Llora si quieres



Los niños no lloran mi amor, eso escuchaba a menudo por todos lados cuando era niña, y yo creí que para ser igual a ellos (siempre me indignó eso del sexo débil) tampoco tenía que llorar y me hice daño. Pero tú, tú hermoso puedes llorar hasta cansarte, claro que seguro llegaré antes de que eso pase para consolarte, pero aun estando en mis brazos podrás seguir llorando si todavía te duele o necesitas más tiempo para desahogar tu frustración por no lograr lo que intentaste, luego veras como vuelve tu sonrisa y difícilmente recuerdas el impase.  No dejes que nadie te convenza de que eres un débil o un cobarde, ni siquiera tu papá o tus abuelos o tíos que lamentablemente crecieron bajo las mismas letanías. Cobarde es más bien aquel que no se atreve a dejar salir sus sentimientos, tú tienes derecho a hacerlo. Quiero que sepas que para ser valiente no hace falta ser fuerte ni rudo. Valiente es aquel que se reconoce a sí mismo. No dejes que te afecte el que te llamen bueno o malo. La gente tiende al adjetivo fácil y “bueno – malo”, “bonito – feo” son los que más saltan de las bocas de los grandes. Tú eres un niño, just it. Las etiquetas son solo eso. No dejes que te abrume la sabionda sociedad, busca dentro de ti y encontraras tus respuestas.
Te amo hijo, Tiburón precioso. 
Gracias por llegar a mi vida para enseñarme a ser madre.