lunes, 15 de marzo de 2010

Reencuentros cercanos del tercer tipo. Parte II

(Sí, como los cuentos de la cripta)

—Demente eres ¿no?
—tú más demente primero
—Tú te fuiste
—qué esperabas
—…que regreses

No dijimos nada más.
Y el silencio nos azotó toda la noche entre besos y murmullos.

Caricias susurradas
prometiendo eternidad.

Luego volvimos a la realidad. Tú te fuiste a trabajar. No sabía que trabajabas domingo. Bueno, no te creí. Me lo comentaste y yo lo pasé por alto y no te desperté. Pero luego te acompañé a tomar tu caja de leche y a que subas a tu carro. Sigues siendo un niñito, pero me encanta cuidarte. Tú nunca has dudado en cuidar de mi niña tampoco. Por eso era ilógico seguir para siempre peleados. Yo sé que eres un hijo de puta pero yo también lo soy. Con el perdón de nuestras madres que son lo máximo.

Que lo tomen por el lado amable. Señoras, somos sus hijos y se lo agradecemos mucho. Pero gracias a ustedes somos unos sobrevivientes y como tales, sabemos movernos en este mundo de tiburones, así que aunque en el fondo seamos simples pececitos, aparentamos muy bien que no lo somos de vez en cuando.


Pero cuando se trata de nosotros dos no nos importa nada. Siempre hemos sido ante todo buenos partners. Siempre con nuestra peculiar y horizontal manera de tratarnos y maltratarnos que la gente no entiende. En el barrio no hay forma de que nos dejen en paz. Pero como decía mi madre: “Que a ti no te preocupe lo que hable la gente. El día que no hablen de ti, preocúpate” Así que después de todo es un honor. Con el amor menos ortodoxo del mundo, somos casi una leyenda. Somos como esa pareja de locos de la película francesa que vimos en el primer lugar donde vivimos juntos…¿Cómo se llamaba en frances? Porque en español la traducción es idiota (Quiéreme si te atreves, nada que ver ps)…ah ya me acorde… Jeux d’ enfants



Sí, así somos, bizarros y retorcidos,
pero nos queremos, así que al
resto que les den….

Por último, si me quiero poner más ridícula y romántica también somos una buena apología de El amor en los tiempos del colera. Y voy a poner el video de la canción así me acusen de huachafa. Total a los dos nos gusta Shakira….



Y podría extenderme un poco mas y contar detalles de la historia que seguro divertirían a muchos…Cosas como que terminamos para variar en un hotel de mala muerte, y antes de echarnos descubrimos que el cuarto estaba lleno de escarcha plateada; y a pesar de que pedimos sabanas nuevas y ayudamos nosotros mismos a tender nuestra cama, se nos pego igual toda al cuerpo… ¿de donde mierda habrá salido tanta? y quién habrá sido la payasa que ha estado bien fashion llena de escarcha en un sitio que solo para nosotros es la misma huevada que el Marriot…
Sí, anécdotas son las que sobran, pero prefiero guardármelas para mi y disfrutarlas yo sola en mis ratos libres…


Ya tampoco sean tan chismosos...

martes, 9 de marzo de 2010

Cajón de demonios


Hoy no quiero trabajar, ayer tampoco quería. Hace días que no quiero hacer nada que implique trabajo y eso incluye respirar. No sé qué me pasa pero la mitad de la vida me llega al pincho y la otra mitad se ha ido a buscar a donde más llegarme ya que nos hemos enterado de que “pincho” precisamente, no tenemos. Igual es una buena expresión, y muy gráfica… ¿qué más grande puede ser mi fastidio si es capaz de llegar hasta una parte del cuerpo que no tengo?
La verdad es que estoy aburrida, y triste, colérica y por demás melancólica. La verdad es que estoy con la regla, así que tengo derecho. Tengo que aprovechar los días en los que puedo culpar de mis berrinches a mis hormonas.
Pero aunque este en esos días rojos, y aunque trate de negármelo a mi misma, yo se que hay algo más que un periodo menstrual cociéndose en esta olla. Algo que tiene que ver con el agravio y las faltas de respeto a las que una es sometida constantemente, sin poder responder como se debe… ¿Cómo se debe?

Hablar del asunto me congestiona el cerebro. No lo quiero decir. No lo quiero ver. No quiero exponerme simplemente como la victima, y quejarme de lo poco que se ha hecho.
- El caso está cerrado, señorita. No hay suficientes pruebas. Pero si en algo la deja tranquila, la pericia sicológica del sujeto arrojó enormes cantidades de psicopatías. Aquí entre nos, debió acercarse antes. Si usted no está pendiente le da chanceé al acusado de manipular el cierre del proceso. Usted sabe…Nosotros quisimos ayudarla.
- Ok. Gracias…

Me fui. Esta vez no hice ningún escándalo. Ya estuve apunto de ganarme un parte por desacato una vez. Además que iba a hacer. ¿Gritar? ¿Reventar? ¿Ponerme a llorar? Sí, tengo muchas ganas de llorar, pero me las he guardado hasta ahorita. Y como estoy en la oficina me las seguiré guardando. Seguiré escribiendo un tonto boletín de prensa sobre algo que no me interesa.
Yo lo único que quiero es no sentirme así. No quiero sentir que debería vengarme yo misma porque me llena de mierda. Me siento igual de basura que él, pero tampoco quiero sentir nada al respecto. No lo quiero recordar y no se puede, y menos cuando te dicen que de una u otra manera quedará impune. Que nadie le hará nada. Es como si te embarraran en la cara que tenía derecho, solo porque estabas ahí, solo porque te quedaste dormida, solo porque eres mujer y pues para eso estás, solo porque no estabas despierta para defenderte y a nadie más le importo.

Si yo hubiera estado ahí, si yo te hubiera podido defender, gritar, golpearlo, no dejarlo entrar. ¡Perdóname!... a veces no se me ocurre pensar en que hay gente tan mala. Yo te llevé ahí, distraída por el falso afecto de alguien que jamás tuvo la intención de protegernos. Pero yo no lo sabía. Yo creía que estábamos seguras, que el nos quería. Y me fui…te deje echadita, acurrucada, tranquila, feliz…recuerdo tu expresión, te sentías bien…hasta segura, en el cuarto contiguo estaban él y tus amigos…¿qué te iba a pasar?... Por eso me fui…permití que nos separen y me lleven a lugar del éter…¿cuanto podía volar? Íbamos a estrenar la obra ¿recuerdas? Tenía que dejarnos descansar… no lo presentí…hay niña…Cuando regresé te habían vuelto un despojo y aún no reaccionabas, no te lo podías quitar de encima, no querías abrir los ojos, pero te obligue a hacerlo…Lo sé…lo siento…no lo hubiera hecho, ahora esa imagen te persigue y yo tengo la culpa…pero qué podía hacer, dejarte ahí…dejarnos ir como decidimos en ese momento…

No, por un momento tuve que ser más fuerte que tú y levantarte, aunque luego tuviera, como hasta hoy, que mantenerte oculta mientras estés herida.
Pero yo quiero dejarte salir, no podemos vivir siempre escindidas. Quiero que me alcances que estés en orden como yo. ¿Te has dado cuenta que ya tenemos una casa? ¿Qué ya no estamos a la deriva? ¿No te sientes más protegida? ¿Por mi? Yo sé que en los demás no podemos confiar ¿Pero no sientes que yo lo estoy haciendo mejor? Te he dejado expresar un poco. No te he drogado para que olvides y te distraigas como podría haberlo hecho. Tampoco te he dado alcohol para que no te encuentren vulnerable. He tratado de curarte lo que ya arrastrabas para que no te hagas cargo de nada más que de esto… Pero ya no se que más hacer…me duele tanto como a ti y…
¡DEMONIOS! Realmente no deberían verte con los ojos así de inyectados en la oficina así que... ¿Tú que dices? ¿Nos olvidamos?

viernes, 5 de marzo de 2010

Amarra a tu perro


Hoy no salí a correr, es el segundo día que me quedo dormida y me está
arruinando la existencia. Tampoco vine al trabajo en bicicleta y eso, como soy una autoengreída de mierda, significa que tuve que gastar dinero en un taxi y tendré que gastar en otro cuando regrese porque soy incapaz de subirme a un micro. Lo malo, es que esto es un problema no solo para mi billetera, sino también para mi atolondrado cerebro que ahora anda dando vueltas alrededor de una enorme interrogante. ¿Qué me está llevando a entrar en este estado de ponzoña? ¿Estarán regresando mis tendencias bipolares? ¿alguna vez se fueron?


Hace dos meses estaba en una consulta con la neumóloga, en el medicentro de la clínica internacional de San Borja,y mientras yo me ahogaba y le imploraba silenciosamente que me diera la orden para nebulizarme, a la muy cretina se le ocurrió preguntarme si seguía tomando mis medicamentos y yendo a mis consultas con el psiquiatra…Yo la mire con algo de fastidio, sonreí hipócritamente y conteste:
—ah! Verdad que era bipolar ¿no?- y puse cara de “estoy perfectamente en mis cabales”
Pero esta señora siguió con el tema. ¿Cual era su afán? ¿Qué tienen que ver mis neuras con mis pulmones? Para empezar me diagnosticaron porque a mi me dio la gana. Yo le dije a la psiquiatra lo que quería escuchar, la traumatice por diversión y luego me pase su receta por el culo. Nadie va a medicarme contra mi personalidad. Además me sentí estafada. Le pague 50 lucas para que me diga algo de lo que soy conciente desde que tengo uso de razón y enzima pretenda darme pastillas para eso.
Yo no soy bipolar…esa palabra cercena cruelmente a la mitad de mis personalidades. ¿Qué le pasa a esa mujer? ¿Es que acaso cree que todo es negro y blanco? Dos polos… ¡Pamplinas!...De todas maneras y como la muy idiota no me quiso nebulizar (dijo que tenía que pasar a tópico) se salio con su gusto. Cinco minutos después de abandonar su consultorio, estaba protagonizando una escena tan aberrante y bizarra que podrían haberme puesto una camisa de fuerza.
No podía respirar, ya había pagado mis últimos 30 soles en esa inútil y humillante consulta y ellos seguían sin ponerme el oxigeno, solo porque las cosas de farmacia se pagan aparte. ¿En qué cabeza cabe priorizar el pago del 10% de las medicinas ante la vida de una persona que se esta poniendo notoriamente azul?
—Son 10 soles con 90, señorita.
—¿Perdón?
—10 con 90, por favor
— Señorita —suspire con lo poco que me quedaba de aire— Acabo de pasar
por neumología, los inhaladores y las pastillas de prednisona los pueden recoger mis papás mañana o mas tarde, solo necesito la orden para nebulizarme y me dijeron que tenía que pasar primero por farmacia.
— Sí. Son 10 soles con 90 centavos. Eso incluye las dos dosis de berotec, la
hipodérmica y el intravenoso.
—¡¡¿QUÉ?!! ¿No entiende que me estoy ahogando, y no tengo más dinero? Y así lo tuviera ¡Yo no pienso pagar un sol más! Mi papá paga mi seguro todos los meses, estoy en el programa de “asma crónica” y eso cubre mis medicinas. ¿Qué clase de imbéciles son? Osea que yo buenamente vengo a pagarles la consulta como idiota en lugar de irme de frente por emergencia, para que la cretina que tienen por neumóloga no me tome ni una placa, me escuche los pulmones como si me estuviera haciendo un favor y luego me diga qué tengo que tomar. Yo sé que es lo que tengo que tomar, soy asmática no amnésica. ¡Me llegan al pincho! No pueden jugar así con la salud de la gente ¡QUE MIERDA SE CREEN! ¡LOS VOY A DEMANDAR!
Me calló un acceso de tos con el cual, sumado a tres espasmos bronquiales casi infranqueables, pase de azul a morada sin lograr mover la compasión de la gente. En lugar de eso, provoque la airada protesta de una señora reclamando que amarrara a mi perro.



—¡Dios bendito! ¿Qué vocabulario es ese? ¡Eso pasa cuando comienzan a dejar entrar a cualquiera! ¿No ves que estás en un medícentro particular? Esto no es la posta de tu pueblo joven, mamita.
— ¿Y usted no ve que me estoy muriendo, vieja impertinente de mierda?
Amarre usted su cucufato y acomplejado hocico pequeño burgués antes de que se lo amarre yo — y seguí tosiendo.
— ¡Jesús! Me está amenazando. ¡Seguridad! ¡Seguridad! Es una pirañita.
— ¡¿Pirañita?! —Dejé de toser indignada— Sí fuera pirañita ya no tendrías
cartera, y si me sigues jodiendo te vas a quedar sin cara. Ojala algún día te de un infarto y nadie te ayude – otro espasmo bronquial — ¡in-inhumana, hijaaja de puta!
— Señor! ¡Qué humillación! ¡Amárrenla! ¡Está loca! ¡Está loca!
— ¡Deja de invocar a dios, pedazo de momia, si tú eres el maldito demonio! ¡Y
yo no estoy loca…SOY BIPOLAR! ¿NO ES CIERTO CONCHETUMADRE? –grite volteando a mirar a la neumóloga, que en ese momento se acercaba atraída por el alboroto, junto a dos señores de seguridad y un representante de RIMAC.
— ¡Por fin¡ llévensela por favor, está perturbando la calma
— ¡NOS VAN A LLEVAR A LAS DOS VIEJA MALDITA!

En ese momento, y justo antes de que el zumbido que sentía en mis oídos y me mareaba increíblemente, sumado a la sobreexcitación de la discusión sin oxigeno, lograran hacerme desmayar, o me dieran la fuerza suficiente para terminar de impulsar mi certero puño hasta la cara de la virtuosa dama a la que me había atrevido a ofender con mi presencia; se acercaron a mí los brazos de mi mejor amiga (la cual había evitado meterse, conciente de que su locura y la mía conjugadas, nos hubieran mandado directo a la comisaría) Me haló hacia ella y me sacó de ahí, tratando de evitar que yo rompiera los vidrios de la puerta con las patada y puñetes que ya no iba a poder contener.
Me metió en un taxi, me llevó a comer y tomar algo para que reponga fuerzas, y un par de horas después, al ver que el tono azul no se me iba, recordó el motivo del chongo y me llevó de emergencia a la Maison de Sante.
Ahí terminé ayer otra vez, llevada por un ataque de asma súbito que me saco de la oficina en un taxi. (Debo dejar en claro, que el “hoy” con el que comienza mi relato, ya es ayer, porque no pude terminar de escribir debido a lo que acaban de leer en la línea de arriba) Parece que llevaba varios días con el pecho cerrado y para variar no le había hecho caso.
Este incidente, junto al mal humor que luego de tanto corticoide y una noche entera sin dormir, cuyos resultados son por supuesto, otro día sin correr y sin bicicleta, y mucha cara de quiero morir hoy mismo. Me han hecho dilucidar que el estado abúlico que cortó a partir del miércoles el proyectil de energía con el que había comenzado mi semana, no se debe a mi bipolaridad, sino a mi condición asmática. Porque insisto, yo no soy bipolar...

SOY UNA LOCA DE MIERDA
A LA QUE AVECES SE LE VA EL OXIGENO

martes, 2 de marzo de 2010

intensitos.com



Nunca creí que pasatiempos tan solitarios como correr o montar bicicleta le permitían a una interactuar con tanta gente. Son tantos los rostros con los que te cruzas a diario, que es difícil mantenerlos todos en la memoria, sin embargo no puedes evitar la sensación de que realmente tuviste algún tipo de contacto con cada uno, y hasta llegaras a pensar en algunos durante el día, así como algunos pensaran en ti.
Lima es una ciudad particular de gente peculiarmente calida. Calidas son las sonrisas, calidas las miradas cómplices, calidos los saludos, calidas las pequeñas conversaciones y calidos también, aunque al borde de ser incendiarios, irritantes y bochornosos, los sonoros besos volados, improperios ingeniosos y silbidos disonantes, que los más pintorescos y variopintos personajes se atreven a regalarte.
Es que así es la gente por aquí, intensa y pujante en todo sentido. Aquí nadie se queda quieto, al menos nadie debería. Hay tanto por hacer en cada esquina, que el que se queda pierde. Pierde la capacidad de ver, la capacidad de hacer y de tomar oportunidades, y aprende a quejarse, a sentarse a mirar la basura que hay a su alrededor y sin siquiera recogerla mirar por encima de ella, solo para mirar y criticar la basura del resto.
Dicho esto, debo confesar que comencé a escribir esto para quejarme, si quejarme para variar, no me eximo de esa mala costumbre. Quería quejarme y levantar mi dedo acusador por la agresión verbal que sentimos yo y mis pares femeninas todos los días por parte de esas hordas de chicos, grandes y pequeños, que se paran en las esquinas o salen de una obra de construcción, se sientan en una banca o avanzan en un carro, camión o combi. Pero de que me sirve hablar del machismo si al final de cuentas nadie le ha enseñado a esos niños que es un “ismo” y nadie lo hará. Son la lacra social. Deberían estar en un reformatorio, una cárcel, muertos o reducidos en un campo de concentración haciendo trabajo comunitario, escuchamos decir y decimos todos los días. Pero alguien se ha tomado el trabajo de acercarse y averiguar por qué son así. Alguien a tratado siquiera de pensar, poniéndose un poco en su lugar, que si siempre eres llamado lacra y criado para ser lacra no tienes mucho de donde escoger. Que pasaría si esos chicos pudieran usar su activa imaginación y creatividad para algo más que granjearse unas pocas monedas. Si no comes ¿Cómo?

Sorpresa grande te das cuando descubres lo prestos que están a escucharte y corregir eso que hace que la gente cuando los ve, se cruce la calle. Sorpresa te llevas cuando descubres un poco de todo su reprimido talento. Si entendiéramos que todos somos iguales, que todos somos frutos de diversas circunstancias y el manejo que tuvimos de ellas, y nos preocupáramos mas por transmitir ese conocimiento a todo el que podamos sin importar su raza o condición social, si les dejáramos de ver como si fueran basura y les transmitiéramos la gracia de la certeza que tenemos de lo valiosos que somos todos, si todos comprendiéramos que el solo hecho de ser humanos nos hace hermanos, empezaríamos realmente a ser un país…un mundo emergente.