jueves, 28 de agosto de 2014

No me lo digas


En la mañana, mientras corría, un distinguido tipejo, vecino de la urbanización, cuarentón y regordete, listo para la oficina, estaba por entrar a su carro cuando al verme pasar se esperó un momento y ni bien lo rebasé susurró alto para que yo escuche: "Así mami, que rico te ejercitas". No me detuve, ni voltee ni le dije nada solo porque no valía la pena interrumpir el ritmo de mi respiración y mi camino para ayudar al buen samaritano a llegar a su asiento con una patada. ¿Por qué no pueden entender que acosar a las mujeres por la calle no es un derecho ni un deber que tienen por ser hombres? Que no es agradable, bonito ni gracioso, no los hace más machos ni les agrega centímetros a su pene. Lo peor de todo es que esta terrible muestra de prepotencia, machismo, ignorancia y subdesarrollo, atraviesa clases sociales de arriba a abajo con impune tolerancia por parte de nosotras que ya hemos terminado por asumir que es parte del día a día. Yo no sé que más hacer. He peleado, he gritado, he ignorado, pero la verdad es que me molesta y mucho. No me parece correcta la inacción en el asunto y no sé si que escriba al respecto ayude mucho pero ya que tengo varios amigos varones y tal vez uno que otro llegue a leerlo, espero que de alguna manera vaya quedando en su cerebro que tienen que ayudarnos a parar esto. No acosen, no sean cómplices de los que acosan, no les enseñen a sus hermanos y a sus hijos a acosar, ni a sus hermanas e hijas a no "vestirse como perras" para no ser acosadas. No sean parte de la cultura de la violación. Rompamos juntos el circulo de la violencia. La sexualidad no tiene porque ser un tabú ni algo enfermo pero tampoco tiene porque ser la única manera que tenemos para relacionarnos, ni mucho menos la medida por la que nos valoren ni nos valoremos. Según esa lógica debería sentirme alagada y agradecida por despertar los carnales y bajos deseos de aquel hombre de mediana edad que me admiro en la mañana, pero NO, me sentí invadida, agredida, vejada. Ninguna mujer necesita de su arrecha aprobación por la calle. Ahorrenselo y si quieren fantasear háganlo en privado. Tengan un poco de dignidad. Valgan verdades si yo veo a un chico atractivo haciendo ejercicio, dependiendo del estado en el que esté probablemente me venga una que otra imagen sexual a la cabeza, pero no tengo porque espetarselo en la cara ni mucho menos por la espalda como una cobarde. Piénsenlo amiguitos. Cualquiera de las chicas a las que engalanan con sus improperios podría ser su madre, su novia, su hermana o su hijita. Nosotras los queremos mucho y para esto los necesitamos.#PonleUnAltoALaViolencia #AcosoCallejero #BastaYa#SeEsHombreDeMuchasManeras #ColaboraPeVarón

lunes, 4 de agosto de 2014

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