miércoles, 25 de marzo de 2015

Borradores

¿Por qué sufres si eres hermosa? ¿Si de lejos brillas?  – le preguntó el Sapo a la Princesa.

- Lloro por un niño que tan bien fue hermoso, pero un día perdió su corazón.

- Tal vez nunca lo tuvo.

-  No, no, yo estoy segura, yo vi al monstruo que se lo comió.

-  ¿Y qué vas a hacer para rescatarlo?

-  Nada – le contestó ella, y al cabo de un rato lo beso.   

¿Por qué lloras princesa? Si eres hermosa… - Preguntó el Sapo-

- ¡A ti qué chucha! - le contesto ella, y se le quitó lo princesa.

Entonces a él se le quitó lo sapo.

martes, 24 de marzo de 2015

Congelado

Te congelé en una foto en la pared de mi cuarto
sereno, apacible, tranquilo
Detenido en un tiempo en el que sí eras mi amigo
en el que sí nos querías

Te suspendí ahí en ese muro para poder recordarte sin dolor
como aquel niño asustado que venía a mí para quedarse dormido

Ahora estás ahí afuera
Detenido también en un pretérito  
Ardiendo en el infierno de tu confusión
de tu necesidad de olvido
Viviendo los espeluznantes espirales de tu absurda pesadilla

Ya no eres aquel hombre, héroe de mi niña, que yo llevo en mi memoria  
No te diste la oportunidad de ser el padre de este hermoso sol que brilla con tu rostro,
con el mío
inocente y a salvo él de todo tu miedo fatuo y tu odio obtuso

Ya no eres nadie
Fuera de mis muros
si te veo
no te miro

lunes, 2 de marzo de 2015

Crónica de un primer día

Todo estaba listo y fue un éxito. Hubo desayuno de campeones para el Tiburón, avena, yogurt y huevo duro, pero él casi ni lo tocó porque prefirió 5 minutitos más de sueño como todo pequeño. (En la lonchera lleva pan con jamón y queso, jugo de maracuyá y una granadilla) Lo vestí dormido. Lo cargué para despertarlo. Se tomó el yogurt, fue al baño y pidió pichi y caca, solo hizo pichi, le volví a subir su calzoncillo de entrenamiento. Bajamos muy contentos, sé tomó su foto oficial de primer día con su uniforme, su mochila, su lonchera y su cara de sueño. Nos subimos a la bicicleta, avanzamos cantando la canción de “los bravos corsarios, los más valientes del vecindario” (la hemos inventado nosotros, ok, yo, él aun no inventa nada, pero la canta conmigo) Llegamos a la puerta, muchas madres, muchos niños. Lo recibieron sus misses, les dio la mano y se fue con ellas y otros dos enanos rojiazules perdiéndose en el pasillo, casi ni volteo a mirarme. Yo lo vi desaparecer, sentí subir intruso el nudo en la garganta que venía con su llanto absurdo, pasé saliva y regresé aquella lágrima trapecista a los adentros de mi ojo. Sí él no llora yo tampoco. Voltee hacia el tumulto de madres, estaban comprando los buzos, intenté pedir uno y el desorden era tal que no se pudo. Lo dejé para mañana. Me fui a buscar a mi hermana para darle el carnet de recojo. Hoy y toda esta semana salen a las 12:00 y yo recién a la 1:30. Ya estoy en la oficina con el corazón contento. Nuestra meta desde hoy que ya no tenemos el día partido es ordenarnos, consumir lo menos posible y producir lo más que se pueda. #SomosMuyFelicesSiempre.