jueves, 15 de diciembre de 2011

Rapunzel screwed


Te fuiste y las cosas y los  escenarios dieron vueltas de 180° unas muchas veces. Incluso la idea de no verte por lo menos 2 meses se fue a la mierda a la semana con el sonar de una llamada. Entonces me sentí segura, supe que lo primero que harías al salir sería buscarme, ya no viviríamos juntos, ni cerca, pero me buscarías y eso aun está pasando. Tus escusas son tragicómicas y me encanta. Nunca vas a decir directamente te extraño pero hoy llegaste hasta aquí por segunda vez en menos de dos semanas y eso es como meterle una patada en los huevos al pinche dragón custodio de mi bizarro reino. Me explico, cuando tenía 15 años y me trajeron a vivir sobre este cerro, lo primero que pensé fue en que ni Rapunzel estaba tan jodidamente escondida y que ni todo el cabello del mundo alcanzaría para que ningún “príncipe” llegará a tan alta torre, de hecho es una de las razones por las que huí, así que cada vez que vuelvo me siento otra vez como princesa encantada. Ahora bien, tú de príncipe azul tienes lo que yo de damisela en peligro; andas más bien como desteñido y soy yo la peligrosa, pero igual viniste por mí porque eres menso y me quieres.



 Lo siento, soy tonta, soy cursi y soy rara pero este es mi cuento. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario