miércoles, 31 de agosto de 2011

Alas



Ayer en las marcas del café al leerlo, salió una mariposa. Hoy me levanté histérica con algo que no sabía qué era ebullicionando por dentro. No entendía para dónde moverme. Sin ninguna premeditación, no sé cómo, acabe tirándote un almohadazo y gritándote que necesitaba sexo (¿qué carajo tengo?). Para luego de quejarme de manera absurda, solucionarlo diciendo que también podía apaliar mi ansiedad con ejercicio y largarme en mi bicicleta. ¡Que fea loca!

Al final parece que no era sexo lo que necesitaba, sino al mar. Tenía que escuchar el desarraigo del olvido en las piedras arrastradas

Así escucho dentro de mi alma cuando pienso en ti, como piedras succionadas por la resaca de una ola. 


Así de arraigado te siento y así de fuerte me parece tener que escucharte ir. Siento que me araño con ese eco por dentro cuando trato de arrancarte. En fin, tampoco se sí lo quiero, tampoco se qué quiero, tal vez lo que todos, respuestas.


Y bueno, tanto drama lo que tengo es estrés y valgan verdades ya me va a venir la regla. Para sufrir no tengo tiempo. ¡Quiero paz!


No hay comentarios:

Publicar un comentario