miércoles, 2 de mayo de 2012

13 semanas


Es imposible saber cómo se mide el embarazo hasta que experimentas uno. Eso de los nueve meses es una estafa, se cuenta semana a semana y una se come a la otra con increíble ansiedad.


El rollo de las hormonas y los cambios de ánimo es más real de lo que esperas y los antojos no son más que tu cuerpo diciéndote lo que necesitas. Tienes que estar atenta y escucharlo. Descuida, no te pedirá jamás una sandía del Oriente Medio con una sola pepa, esas sí son cosas que inventan.



Y ¿cómo es?... Si no lo tenías todo fríamente calculado (cosa que casi nunca pasa) enterarte te deja con la boca abierta, te enfrenta a un millón de decisiones. ¿Continuar? ¿Interrumpir? ¿Qué hacer? ¿A quién decirle? ¿Qué dejar?... y la más grande. ¿Estás dispuesta a renunciar a ser el centro de tu vida para concentrarte en esa lenteja manipuladora que te crece en el útero y que te agarra por el bobo solo porque al cretino del matasano se le ocurrió filmarte por dentro y enseñarte que su corazón late?



Si la respuesta es sí prepárate para perder la figura, el apoyo de varios amigos, las perspectivas de juerga, las deliciosas conductas autodestructivas, la digestión como la conoces y un largo etc. No cuentes aun el sueño, el tiempo para arreglarte, la libertad para moverte y mantén la paciencia. Ya no hay más que hacer que ver para adelante. Yo te amo hij@. No te voy a arreglar el mundo en 9 meses pero haré todo lo que esté a mi alcance.








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