viernes, 5 de marzo de 2010

Amarra a tu perro


Hoy no salí a correr, es el segundo día que me quedo dormida y me está
arruinando la existencia. Tampoco vine al trabajo en bicicleta y eso, como soy una autoengreída de mierda, significa que tuve que gastar dinero en un taxi y tendré que gastar en otro cuando regrese porque soy incapaz de subirme a un micro. Lo malo, es que esto es un problema no solo para mi billetera, sino también para mi atolondrado cerebro que ahora anda dando vueltas alrededor de una enorme interrogante. ¿Qué me está llevando a entrar en este estado de ponzoña? ¿Estarán regresando mis tendencias bipolares? ¿alguna vez se fueron?


Hace dos meses estaba en una consulta con la neumóloga, en el medicentro de la clínica internacional de San Borja,y mientras yo me ahogaba y le imploraba silenciosamente que me diera la orden para nebulizarme, a la muy cretina se le ocurrió preguntarme si seguía tomando mis medicamentos y yendo a mis consultas con el psiquiatra…Yo la mire con algo de fastidio, sonreí hipócritamente y conteste:
—ah! Verdad que era bipolar ¿no?- y puse cara de “estoy perfectamente en mis cabales”
Pero esta señora siguió con el tema. ¿Cual era su afán? ¿Qué tienen que ver mis neuras con mis pulmones? Para empezar me diagnosticaron porque a mi me dio la gana. Yo le dije a la psiquiatra lo que quería escuchar, la traumatice por diversión y luego me pase su receta por el culo. Nadie va a medicarme contra mi personalidad. Además me sentí estafada. Le pague 50 lucas para que me diga algo de lo que soy conciente desde que tengo uso de razón y enzima pretenda darme pastillas para eso.
Yo no soy bipolar…esa palabra cercena cruelmente a la mitad de mis personalidades. ¿Qué le pasa a esa mujer? ¿Es que acaso cree que todo es negro y blanco? Dos polos… ¡Pamplinas!...De todas maneras y como la muy idiota no me quiso nebulizar (dijo que tenía que pasar a tópico) se salio con su gusto. Cinco minutos después de abandonar su consultorio, estaba protagonizando una escena tan aberrante y bizarra que podrían haberme puesto una camisa de fuerza.
No podía respirar, ya había pagado mis últimos 30 soles en esa inútil y humillante consulta y ellos seguían sin ponerme el oxigeno, solo porque las cosas de farmacia se pagan aparte. ¿En qué cabeza cabe priorizar el pago del 10% de las medicinas ante la vida de una persona que se esta poniendo notoriamente azul?
—Son 10 soles con 90, señorita.
—¿Perdón?
—10 con 90, por favor
— Señorita —suspire con lo poco que me quedaba de aire— Acabo de pasar
por neumología, los inhaladores y las pastillas de prednisona los pueden recoger mis papás mañana o mas tarde, solo necesito la orden para nebulizarme y me dijeron que tenía que pasar primero por farmacia.
— Sí. Son 10 soles con 90 centavos. Eso incluye las dos dosis de berotec, la
hipodérmica y el intravenoso.
—¡¡¿QUÉ?!! ¿No entiende que me estoy ahogando, y no tengo más dinero? Y así lo tuviera ¡Yo no pienso pagar un sol más! Mi papá paga mi seguro todos los meses, estoy en el programa de “asma crónica” y eso cubre mis medicinas. ¿Qué clase de imbéciles son? Osea que yo buenamente vengo a pagarles la consulta como idiota en lugar de irme de frente por emergencia, para que la cretina que tienen por neumóloga no me tome ni una placa, me escuche los pulmones como si me estuviera haciendo un favor y luego me diga qué tengo que tomar. Yo sé que es lo que tengo que tomar, soy asmática no amnésica. ¡Me llegan al pincho! No pueden jugar así con la salud de la gente ¡QUE MIERDA SE CREEN! ¡LOS VOY A DEMANDAR!
Me calló un acceso de tos con el cual, sumado a tres espasmos bronquiales casi infranqueables, pase de azul a morada sin lograr mover la compasión de la gente. En lugar de eso, provoque la airada protesta de una señora reclamando que amarrara a mi perro.



—¡Dios bendito! ¿Qué vocabulario es ese? ¡Eso pasa cuando comienzan a dejar entrar a cualquiera! ¿No ves que estás en un medícentro particular? Esto no es la posta de tu pueblo joven, mamita.
— ¿Y usted no ve que me estoy muriendo, vieja impertinente de mierda?
Amarre usted su cucufato y acomplejado hocico pequeño burgués antes de que se lo amarre yo — y seguí tosiendo.
— ¡Jesús! Me está amenazando. ¡Seguridad! ¡Seguridad! Es una pirañita.
— ¡¿Pirañita?! —Dejé de toser indignada— Sí fuera pirañita ya no tendrías
cartera, y si me sigues jodiendo te vas a quedar sin cara. Ojala algún día te de un infarto y nadie te ayude – otro espasmo bronquial — ¡in-inhumana, hijaaja de puta!
— Señor! ¡Qué humillación! ¡Amárrenla! ¡Está loca! ¡Está loca!
— ¡Deja de invocar a dios, pedazo de momia, si tú eres el maldito demonio! ¡Y
yo no estoy loca…SOY BIPOLAR! ¿NO ES CIERTO CONCHETUMADRE? –grite volteando a mirar a la neumóloga, que en ese momento se acercaba atraída por el alboroto, junto a dos señores de seguridad y un representante de RIMAC.
— ¡Por fin¡ llévensela por favor, está perturbando la calma
— ¡NOS VAN A LLEVAR A LAS DOS VIEJA MALDITA!

En ese momento, y justo antes de que el zumbido que sentía en mis oídos y me mareaba increíblemente, sumado a la sobreexcitación de la discusión sin oxigeno, lograran hacerme desmayar, o me dieran la fuerza suficiente para terminar de impulsar mi certero puño hasta la cara de la virtuosa dama a la que me había atrevido a ofender con mi presencia; se acercaron a mí los brazos de mi mejor amiga (la cual había evitado meterse, conciente de que su locura y la mía conjugadas, nos hubieran mandado directo a la comisaría) Me haló hacia ella y me sacó de ahí, tratando de evitar que yo rompiera los vidrios de la puerta con las patada y puñetes que ya no iba a poder contener.
Me metió en un taxi, me llevó a comer y tomar algo para que reponga fuerzas, y un par de horas después, al ver que el tono azul no se me iba, recordó el motivo del chongo y me llevó de emergencia a la Maison de Sante.
Ahí terminé ayer otra vez, llevada por un ataque de asma súbito que me saco de la oficina en un taxi. (Debo dejar en claro, que el “hoy” con el que comienza mi relato, ya es ayer, porque no pude terminar de escribir debido a lo que acaban de leer en la línea de arriba) Parece que llevaba varios días con el pecho cerrado y para variar no le había hecho caso.
Este incidente, junto al mal humor que luego de tanto corticoide y una noche entera sin dormir, cuyos resultados son por supuesto, otro día sin correr y sin bicicleta, y mucha cara de quiero morir hoy mismo. Me han hecho dilucidar que el estado abúlico que cortó a partir del miércoles el proyectil de energía con el que había comenzado mi semana, no se debe a mi bipolaridad, sino a mi condición asmática. Porque insisto, yo no soy bipolar...

SOY UNA LOCA DE MIERDA
A LA QUE AVECES SE LE VA EL OXIGENO

2 comentarios:

  1. WOOOOOOOOOA!!

    Esta historia es genial. El mensaje es clarísimo y tengo entendido que no eres bipolar, solamente eres asmática.

    Qué genial que hayas amenazado a esa vieja. Siempre es tentador hacerlo, en especial si se la dan de platudas.

    Acá los puntajes internacionales:

    USA: 10
    CHI 10
    RUS: 10
    FRA: 10
    SWE: 10
    IGN: 10
    GER: 9.5

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  2. o.O¨ lo lei y no podia parar. EXCELENT!!!!

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