martes, 6 de abril de 2010

Reencuentros cercanos del tercer tipo. Parte III:

(El “final”…no se nos vaya a hacer costumbre)

Y ésta…¿será la despida? Valiente momento elegimos para sepáranos justo el día en que descubrimos que había un manantial de aguas profundas adentro mió.
El mismo que intenta salir ahora por mis ojos mientras comienzo el camino para volver a correr después de dos semanas de inamovilidad, y escucho comenzar la canción de Armagedón concentrando en ti el despegue de mi vuelo, mientras siento que la cancioncita intrusa está en mi reproductor de música, y suena en este preciso instante, realmente por capricho del destino (yo no la puse ahí).






Ni siquiera he visto esta película, pero el concepto logró hacerme un nudo en la garganta. Recuerdo qué es lo que ahora nos separa y vuelvo a pensar en el fin de este siclo que nos espera, confiada y segura, porque sé que sí llega ese día estaremos juntos. Pienso en este mundo salvaje y en nuestra raza soberbia y su delirio de civilizada, apunto de acabar de alterarse, e impreso en mi mente puedo leer de inmediato: “sobrevivirá el más fuerte” Entonces, aunque le suene ridículo a San Putamadre, invoco tu nombre y tu recuerdo solo para pedirte que te mantengas vivo donde estés, yo haré lo mismo.


Las lágrimas se disipan más rápido que de costumbre, pasando de la pena a la rabia y convirtiéndose en sonrisa en menos de medio minuto de sensaciones trepidantes. Después de todo me siento fuerte y orgullosa de mi misma. Ya no me aterra estar sola, ya no me aterra perderte. Sé que te tengo, sé que volverás porque eres mió, y no como una posesión maniaca, no con la sordidez de una obsesión confundida con amor. Eres mió porque te llevo dentro, eres mió por que hay algo en este mundo que así lo quiere, eres mió porque soy tuya, porque hay una fuerza que se encarga de ponernos uno frente al otro desde que somos niños, justo cuando menos lo pensamos, justo cuando mas lejos nos sentimos, justo cuando menos lo queremos, justo cuando olvidamos que existimos, ahí estas, ahí estoy. Siempre en el momento menos indicado nos interrumpimos y nos invadimos para luego volar, solos, la próxima vez haremos otro nido. Y es que esa es la razón principal para que existas en mí. Eres mió porque eres libre y me permites serlo y porque a veces, como yo, eres esclavo solo de ti mismo, de tus propios demonios.

Y no es cuestión de atarnos y atarlos para tratar de dormirlos. Los tuyos nunca dormirán si tu no quieres. Debemos luchar contra ellos cada uno en su camino, y en alguna hora, en algún minuto, cuando estemos distraídos pensando uno en el otro, volveremos a cruzar latitudes para encontrarnos una vez más como lo que siempre hemos sido. Solo 2 niños perdidos que a veces se creen ángeles caídos.









Mientras tanto…esta canción también me hace pensar en ti...


No hay comentarios:

Publicar un comentario