lunes, 10 de enero de 2011

La gente

Es sábado, 9pm. De pronto una extraña sensación me recorre el cuerpo. El aburrimiento se acompaña de una maliciosa pregunta:

-¿Qué sucede contigo niña? ¿Tienes 90 años? (Bueno, fueron dos, pero por ahí va la cosa) -Está bien que te guste leer y que ames ser un ser solitario pero no es para tanto-.

Tengo ganas de salir a bailar. Estos son los momentos en los que noto mi falta de amigas. Una buena comitiva de mujeres atolondradas y alborotadas es lo que necesitaría ahora, un grupo de esos en los que o a las buenas o a las malas te obligaran a vestirte y maquillarte como dicen los gemelos gay del espectáculo en choliwood: ¡¡Aparicheeente!! y salir hecha una zorra dispuesta a canalizar tu energía entre alcohol y saltos rítmicos que inevitablemente atraerán rapaces miradas masculinas y por qué no, la de una que otra lesbiana… 

El problema de esas situaciones es que implican muchas veces ir por lana y salir trasquilada. No voy a entrar en detalles pero debe haber alguna razón para que en mi ajustada agenda de contactos no encuentre con quien hacer esto a menudo. La de la foto es mi prima y no vive en Lima...

 De todas maneras no quiero quedarme en casa. Entonces decido bajar al barrio. Que mierda, me drogare una vez más, no bailara mi cuerpo pero si mi cerebro, me la pegaré con la gente y dejaré que mi lengua hable toda la noche. Después de todo, son los incondicionales. La gente que siempre me ha dado la mano si esperar  nada  a cambio sinceramente. Desde el día que llegue me hicieron un lugar a su lado, me escuchan, me protegen y me hacen parte de ellos a pesar de nuestras diferencias de edad y de género.

En fin,  tal vez podríamos acusar una que otra diferencia social ya casi inexistente.Ha pasado tanto tiempo que  he aprendido su idioma, sus costumbres. Tengo su sello. 

Con el perdón de todos mis otros amig@s, ellos son lo más verdadero que he conocido siempre, y puedo decir con orgullo: ¡Esta es mi gente!  





1 comentario:

  1. Me siento identificado con tu post :) Me pasa lo mismo, no tengo casi gente con la cual ir a "tonear" los fines de semana o los que podrían ser, están lejos u ocupados, mientras que la gente de mi barrio no es mucho de eso sino más bien de salir a caminar y tomar unas cervezas, pero aún así, son ellos los que verdaderamente me conocen, me comprenden o como dices tú, son mi gente (junto a un par de amigos de mi ex universidad, porque los de la actual... pffft! son una soberana basura, incluso he tenido que poner como privado mi blog principal porque dos chibolos inmaduros de ahí se la pasaban fregando. Por unas semanas solo podrán leerlo quienes me pasen sus correos para ponerlos en la lista de lectores).

    Saludos! :D

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