sábado, 4 de septiembre de 2010

13 de Julio





Sentí que te perdía con esa angustia que me invade antes de acostúmbrame a tu partida y volver a distraerme conmigo misma, esa que me ataca cada que desapareces abruptamente.


Y estaba terminado de pensar en eso mientras comenzaba a decirme a mi misma que:

–¡No me importa!

…y a proyectar mi vida sin ti en ningún escenario


cuando de pronto llamaste, me hablaste de 3 cojudeces técnicas y a mi me bastó para bajar feliz del carro sabiendo que me querías.

¿Cómo logro ser tan estúpida? ¿Y por qué te gusta llamar justo en esos momentos?

¡ME LLEGAS AL PINCHO! Oportuno te crees…






No hay comentarios:

Publicar un comentario