sábado, 18 de septiembre de 2010

Patrones de conducta


Lo que leerán:

UN MAIL VOMITIVO DEL 2006 QUE ENCONTRÉ EN MI ANTIGUO CORREO

La época:

4 años atrás, otro “hombre”, otro “amor”, la misma estupidez:

El contexto:

Tenías 17 años...has vivido entre el mar, juegos bruscos, árboles y libros... nunca te has enamorado fuera de las historias que haces en tus cuadernos y del cretino que te destrozó el corazón convirtiendo tu primer beso en un agarre sin que te dieras cuenta cuando tenías 15....Llegas a la universidad y otro imbécil te besa, te florea y luego te mese en una relación tormentosa en la que te chantajea con que le prometiste no alejarte de él si terminaban y logra que le sigas siendo fiel y lo "esperes" mientras el te convierte en la otra cuantas veces quiere...y lo peor de todo, despertó todo tu lado sexual y ni siquiera te tira...Osea un estúpido que no te quiere, no te presta atención, te exige que tú lo hagas como si fueras su maldita madre y cuando se te ocurre “portarte mal” terminas haciendo tanta escena y el adoptando tanta posición de digno que realmente crees que tú tienes la culpa y que él solo te esta enseñando a no ser dependiente.

El contenido:

No se si soy una extremista o no, probablemente lo sea, y no es muy difícil de deducir, porque sí, siento al extremo. Además ¿Cómo refutarle algo así a una persona que te conoce tanto? Pero no sé. Te llamé por teléfono, no muy segura de hacerlo porque es un poco complicado hablar cuando estas bañada en llanto. Pero es que no puedo hacer eso, no puedo ser así de injusta contigo. Como se me ocurre decirte que “me debes escucharme” cuando durante cuatro años me has escuchado, cuando arremeto contra ti cuando me da la gana, como ahora. No puedo andar pasándote la factura de deudas que no son tuyas. El otro día te dije que me siento sola contigo, ahora te salgo con que no me escuchas, con que eres un egocéntrico y nada de eso es cierto. Es probable que sufras de un sano egocentrismo pero eso no esta mal. Con que maldito derecho te reclamo que me dejes entrar a desarmar tu paz. Y no te estoy escribiendo para auto flagelarme sino para pedirte perdón y reconocer que estoy mal. Te trate muy mal ahora y no es justo, deberías haberme mandado a la mierda y no lo hiciste, me dejaste seguir. Dicen que uno solo se da el lujo de hacer esas cosas con la gente que sabe que la quiere, y supongo que es la primera vez que entiendo que efectivamente estoy segura de ti en ese sentido. Siempre he sido una niña herida, me da miedo que me quieran y prefiero querer yo. Estar segura de lo que yo siento y como lo siento porque no puedo estar segura de lo que sienten los demás, entonces de alguna muy inconsciente pones a prueba a los demás, buscas alejarlos y buscas situaciones de conflicto que luego te reafirmen que tus dudas no tienen fundamento y eso es una manera muy enferma de amar que yo no quiero, porque no quiero hacerte daño con ella. Ni a ti ni a nadie. Ahora no sé que hacer, no se si ante semejante descubrimiento, que en realidad solo es un punto de aceptación, debo decirte que lo mejor sería alejarme de ti y de todos para no hacerles daño, porque creo que esa es una estupidez que ya hice el año pasado. Así que dejare que la capacidad que tengo para razonar y teorizar las cosas me sirva de algo, me comeré mi orgullo y una vez más te pediré ayuda. Pero no pidiéndote que estés pendiente de mi y que sopretexto de que estoy mal me dejes hacer lo que quiera, sino precisamente lo contrario. Hace mucho tiempo que entendí que tu forma de ayudar no tiene porque ser contemplativa, y créeme cuando te digo que gracias a eso crecí muchísimo, pero aún sigo cayendo en círculos concéntricos de revoltijos mentales porque pienso demasiado, estoy llena de sentimientos de culpa y de responsabilidades inútiles que asumo por pura voluntad y creo que es hora de reformatearme. Si este año es de tantos cambios que sirva para terminar de crecer. Ya hemos dado tantos pasos adelante que es absurdo detenernos a sufrir en la decidía. Tú aún eres un niño también, probablemente tan lastimado como yo, pero a veces me detengo a mirarte y descubro a un hombre que admiro y me llena de orgullo, y me hace sentir protegida porque aunque no este tangiblemente presente siempre esta en mi, así que no dudes que dentro de toda mi estupidez también saldrá la mujer cuando la necesites. Ahora la niña, la mujer, la flor, la espina, la loca, la cuerda, la fuerte, la frágil, la que siempre te protegió de todo pero a veces necesita protección. O Fiorella, Fiore, Fi, Buma, Blímele, Alejandra, Camila, Vanessa y todas las que andan por ahí adentro se juntan para decirte una vez más (porque se que han sido miles) que te aman, que las perdones y que desde lo mas profundo de ellas, desde el punto neurálgico que las configura y las une haciendo una, te dan las gracias.

Lo cómico:

Realmente creía que yo tenía la culpa. Más chistoso aún, lo justificaba…

La conclusión:

¡REALMENTE SOY UNA ESTUPIDA!

La pregunta:

Por qué si siempre fuiste medio hombrecito, si las mujeres te parecen tan huecas a veces, si la ropa y el maquillaje te importan medio pepino, la plata, los carros las casa y todo lo que tenga que ver con esta maldita sociedad de consumo te la pasas por el poto, si te has pasado la vida leyendo, observando la naturaleza y tratando de responder la mas vieja de tus preguntas sobre ¿quien es el papá de dios? a través de ella, ¿por qué? ¿por Què? ¿POR QUÉEE? crees en la cojudez del amor eterno, la fidelidad a los sentimientos y la predestinación de las alamas gemelas? ¿Tienes caca en la cabeza?


2 comentarios:

  1. No eres una estúpida. Quizá eran otras circunstancias. Cuando yo leo cosas que escribía para personas que no lo merecían de dos años en el pasado hacia a trás, no llego ni a la mitad del texto. No sé que me da. Quizá algún día piense lo mismo de las cosas que hoy escribo :)

    La gente cambia, todo responde a un contexto. Un saludo! :)

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  2. son momentos, docta, ahora estás en otras movidas. el presente es el ahora y lo demás ya fue.

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